02 septiembre, 2010

sechste

Hermosas,
Eran sus piernas blancas
Como hermosa ella con ese vestido corto.
Se lo arranqué por que no hubo forma
De detener mí impulso.
Yo la amé entonces y ella ni siquiera
Conoció mi nombre:
Por eso la encerré seis horas en la cajuela
Para que nunca me olvidara.